Permaneció como un personaje poco conocido hasta que en febrero de 1950 lanzó una acusación pública contra 205 supuestos comunistas infiltrados en el Departamento de Estado. Pese a que no pudo demostrarlo en ninguno de los casos que se trataron en el Comité del Senado para las Relaciones Internacionales, el ambiente propiciado por la guerra fría y la guerra de Corea le hicieron muy popular en los ambientes más conservadores de su país.
En enero de 1953 y gracias a la mayoría republicana, obtuvo la presidencia de la Subcomisión Permanente de Investigaciones del Senado, donde se iniciaron las comparecencias de funcionarios de la Administración. Aunque no participó en los trabajos de la Comisión de Actividades Antiamericanas, un organismo dependiente de la Cámara de Representantes y cuya actividad se remonta a finales de la década de 1940 y principios de los 50, sí fue su organizador y principal promotor.
McCarthy instigó una cruzada anticomunista, titulándose defensor de los auténticos valores americanos. Los elementos más conservadores de la clase política norteamericana, entre ellos el futuro presidente Richard Nixon, le apoyaron en su labor en el Comité del Senado que presidió.
Por extensión, el término macarthismo ha sido acuñado para describir específicamente la intensa persecución anticomunista que existió en Norteamérica desde 1950 hasta alrededor de 1956, momento en el que se le empezó a conocer popularmente como Red Scare.
Durante este periodo, las personas que eran sospechosas de diferentes grados de lealtad al comunismo se convirtieron en el blanco de investigaciones gubernamentales. Estos procesos fueron denominados como la "caza de brujas". Gente de los medios de comunicación, del gobierno, militares y funcionarios fueron acusados por McCarthy como sospechosos de espionaje soviético o de simpatizantes del comunismo.
Aunque las actividades de McCarthy no llevaron a ninguna convicción firme o a juicios criminales por espionaje, algunas comunicaciones interceptadas por el ahora desclasificado proyecto VENONA indican que algunos de los individuos que McCarthy investigó, sí pertenecían realmente a asociaciones comunistas clandestinas.
El término "macarthismo" ha sido empleado después como sinónimo de «caza de brujas», para referirse, en general, a cualquier actividad gubernamental dirigida a suprimir puntos de vista políticos o sociales no favorables, a menudo limitando o suspendiendo derechos civiles alegando la necesidad de mantener la seguridad nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario